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‘Nica’, inmortalizado en el tema musical “Cumbia en la plaza”

Las fiestas patronales de San Pablo en Polonuevo fueron muy representativas del municipio y llegaron a tener reconocimiento regional, pues semanas antes llegaban personas de diferentes lugares a trabajar en los negocios que montaban en la plaza.

Uno de los espectáculos de más recordación entre los que vivieron esas épocas, era la rueda de cumbia que se bailaba en la plaza, allí se hicieron notar excelentes bailadoras que adquirieron fama por su forma de bailar.

A cada una de esas bailadoras de cumbia hay que hacerle su reconocimiento, pero será en otro momento. El motivo de estas líneas es un personaje, un cumbiambero, que el maestro Julio Ojito Mendoza inmortalizó en sus composiciones, se trata de Nicanor Pineda Escobar (Q.E.P.D.), más conocido como ‘Nica’, perteneciente a la dinastía de los Pineda, representantes de la música folclórica de nuestro municipio.

Una de esas composiciones es “Cumbia en la plaza”, que hace referencia a las fiestas patronales de San Pablo en Polonuevo y la cual grabó Jesús Nucira Machado y su orquesta, cantando Tony Zúñiga. Para el año 1977 sacan un LP con el sello “Carrizal” pero le cambiaron el nombre en la carátula por “Cumbia en la playa”, muy seguramente para hacerlo más universal y comercial, pues el álbum lleva el mismo nombre, hecho que, según informaciones, no le agradó al maestro Julio Ojito, hasta el punto de entablar demandas.

En diálogo con José Vicente Castro, conocido popularmente como ‘Chente’, músico y compositor activo, quisimos conocer un poco de la vida de Nicanor, familia de él, porque era medio hermano de su padre Nestor Castro Pineda y además vivieron en casas contiguas, las cuales estaban construidas dentro de un mismo predio, ubicado en la esquina de la calle 5 con carrera 5, diagonal a la casa del difunto Napoleón Pedroza.

‘Chente’, recuerda que, aunque su familia vivía en La Loma, desde niño acompañaba a su padre, quien era ‘cantor de negro’ en Carnaval y verseador. Así mismo, recuerda a su tío Nicanor, quien conformaba las cumbias, tocaba las maracas y disfrutaba mucho de ese folclor.

A ‘Nica’ lo recuerdan como una persona alta, delgada de tez morena y usando sombrero, pero ‘Chente’ manifiesta que a él no le gustaba mucho este accesorio, sin embargo, a voz de cumbiambero, debía ser parte de su indumentaria y así lo veían en los diferentes toques. Eso sí, el tabaco siempre lo acompañaba.

En ocasiones, se dedicaba a las labores del campo, pero la base de su sustento estaba en la elaboración de cantos de cabuya, tejer la majagua, hacer mochilas y esterillas para los sillones de los burros, elaboraciones muy apreciadas por su calidad.

‘Nica’ sobresalía por la ejecución de las maracas: “Lo hacía perfectamente, cualquier ritmo que le pusieran él lo cogía muy bien. Tocaba esas maracas, ¡Nojoda!, que de ahí no se salía nadie, detrás de esas medidas que ponía al tocar”, así lo afirma ‘Chente’ Castro.

Pero para que el maestro Julio Ojito lo tuviera como motivo de inspiración que plasmó en tres o cuatro temas musicales, tuvo que existir un gran aprecio entre los dos, y ese aprecio era compartido por los integrantes de la orquesta Águila.

Entre ellos se daba la coincidencia de ser músicos y también coincidían en las fiestas patronales cuando eran amenizadas por la orquesta del maestro Ojito y la cumbia de los Pineda en noches de jolgorio y parrandas, momentos agradables para compartir sanamente y valorar a un amigo talentoso y hasta cómplice de fechorías, porque el hecho de arrancar el techo de la casa de ‘Nica’ con sus horcones, y que este, ‘Nica’, los acompañara tocando las maracas y bebiendo por las calles del pueblo, denota una complicidad extraordinaria. Pero de “La Casita de Nica” hablaremos en otra ocasión.

Hoy quisimos destacar a este personaje que el maestro Julio resaltó en este tema musical dedicado a las fiestas de San Pablo y hacerle una semblanza que nos permitiera descubrir un poco más de su vida y la relación de amistad entre los dos.